16 julio 2009

Romeo y Julieta (DohkoxShion) Capitulo 4 (3/3)

2º Continuación Capítulo IV


Esa mañana estube temprano parado en un rincón del mercado. Me paseaba de un lugar a otro, mirando hacia todos los lugares donde el misterioso chico del día anterior, el hermano de Shion, Mu, pudiera encontrarse esperandome. Ahora comienso a recordar, Shion me había hablado hacerca de su familia cuando tubimos que enfrentarnos despues de la batalla. Me había dicho:"Mi hermano Mu es el que mas me apolla, es el menor. Mi hermano mayor, Saga, no se junta mucho conmigo, casi no hablamos...mi padre evita que yo me hacerque a el, piensa que soy una mala influencia" Ahora pienso, ese maldito nombre que cada vez que lo escuchaba sentía una rabia enorme, Saga...Por su causa mi padre casi pierde la vida...no puedo evitar sentir un enorme rencor hacia él, es el acesino de mi padre, su verdugo!! Y para empeorar, es el mismisimo hermano de Shion...Ahora mismo estoy sacando muchas concluciones, como por ejemplo, que antes de conocerle, yo pensaba que los Capuleto eran seres despreciables, sin corazón. Cuando le conosí, sentí que él mismo había nacido entre bestias, pero que era diferente. No había podido cambiar mi perspectiva, cuando entre ayer a la casa de los Capuleto. Mu me había amenasado con su arco, pensaba matarme, como quisá Saga pensó matar a mi padre. Pero luego dice:"No puede ser el mismo Dohko...!!!" lo que significa que Shion le había hablado de mí. Le había contado de nuestro romance, de nuestro amor, y ni yo a mi queridísima hermana Naisy le había mensionado siquiera su nombre. Me pareció en ese momento una especie de traición de parte de él, pero luego el mismo chico me ofrece su ayuda para que yo sepa cómo va la enfermedad de Shion...Y esa pequeña que ví en la casa, devía llamarse Saori por lo que recuerdo, era tan linda, tan pequeña, la forma en como se preocupaba de su hermano, y le ofrecía su ayuda, me parecía un acto de noblesa, inocencia y dispocición. Sin embargo, todos ellos son Capuleto, Shion, Mu, la pequeña Saori...todos estos pensamientos me hacen dudar, dudar de lo que antes pensaba y que afirmaba, dudar de lo que me fué influenciado por mi padre y mi madre, dudar de ellos mismos de mi familia y de sus medios, pero...aún siguen ahí otros recuerdos...Saga, y no solo él, sino la estrepitosa voz del padre de Shion, que le gritaba y humillaba, violentamente lo obligaba a caminar, a luchar...él mismo se lamentaba de aquello:"...Con los regaños de mi padre me basta y me sobra tambien. Siempre insultamdome, avergonsandome, ¡¡estoy arto de él!! Ya no soporto sus reglas, no soporto su forma de ser, no soporto que...ponga a mis hermanos sobre mi persona, me trata como la escoria de la familia, casi no le soy de utilidad, no aporto en nada..." Ese desgraciado no sabe respetar la noblesa de una persona como Shion!!! Eso me pone de nuevo del lado de los Montesco. Pero sé también que las cosas no son ni blancas ni negras, que nadie es completamente malo y perverso, este mundo es muy complejo y así mismo las personas que lo habitan, creo que falta mucho para que pueda comprender.

El sonido de tos probeniente de mis espaldas me hace salir de mis pensamientos para girarme a ver. Estaba ahí Mu parado con un sombrero que le cubría muy bien el rostro. Llovía mucho.

-Siento la demora...-comensó.-llovía mucho y me costó salir de casa desapercibido...
-No hay problema.-le dije.-Háblame de él, ¿como se encuentra?
-Tranquilo, no te puedo hablar mucho porque debo irme de inmediato, no nos pueden ver juntos.
-Pero...-le reclamé.
-Shion ha despertado mejor, pero no del todo. Falta para que salga de cama. Anoche tubo fiebre.-De entre sus ropas comensó a buscar algo.-Toma.-me entrgó un sobre.-a pesar de lo agotado que se encontraba, escribió una carta para que te la trajese.
-Una carta de él...-la tomé con mis manos y me quedé como hipnotisado con ella...era la primera vez que recibía una carta de él, escrita con sus manos, y desde el fondo de su corazón.
-Mañana ven a la misma hora.-me interrumpió él.-Ya devo irme.
-Esta bien, te agradesco tanto lo que has hecho...
-Solo hago lo que me parese más justo...y creo que es injusto que ustedes permanescan separados si se aman tanto...en fin, adiós.
-Que Dios te acompañe...-me despedí y me cargué sobre la pared una de las callejuelas...Tenía en mis manos la carta. ¿Por qué esperar más? Sentía tantas ansias por abrirla, corrí hasta casa, si choqué con alguien jamás lo noté, y seguramente ese alguien tampoco porque iba tan rapido que tiempo de insultarme no tenía. Solo me detube cuando llegué a las puertas de mi casa, me saqué la capa que llebaba puesta para cubrirme del agua, me sacudí los zapatos y nuevamente corrí hasta llegar a mi habitación, cerrando la puerta con llave.

Ahí la tenía, sencilla, pequeña, tenía el sello de los Capuleto, y mis dedos comensaron a deslisarce suavemente por el sobre hasta romper el sello. Extendí el trozo de papel con sumo cuidado, las letras de aquel pedaso de papel eran tan elegantes, largas y redondeadas, todas y cada una parecían haberse escrito con mucha dedicación. Ya no pude aguantar más y comensé a leer...

"Querido Dohko, amor de mi vida, esencia magistral de mi alma, unísona melodía en mi corazón:

No sé cómo comensar a escribir esta carta, si es diciendote que eres lo más importante en mi vida, o que me haces sentir el hombre más importante del planeta. Me incomoda aveces el gran aprecio que sientes por mí, pues pones en peligro tu mismísima vida. Por esa razón te escribo para que no te sientas solo y para acariciar con mis palabras tu sereno rostro. Por favor no te preocupes de mi salud, me hace sentir pena de estar enfermo, solo ten paciencia, que sé que me reuperaré pronto para ir a tus brazos. A pesar de que ayer en la noche tuviese mucha fiebre, hoy desperté animoso y pensando en tí. Tambien quiero expresarte mi felicidad, pues estos días mi padre ha demostrado mucha preocupación por mi salud. Eso me llegó muy profundo en el corazón, sentí una paz inmensa, y sin importar que papá trate de esconderlo, negando su incomodidad e intranquilidad, se ha preocupado mucho por mí. Ha mandado a mi herrmano menor Mu que no se aparte ningún momento de mí, razón por la cual ayer aya reaccionado muy violento al sentir tu presencia, pero debes comprender. Con respecto a eso te pido disculpas si te importuné con haberle revelado nuestro tan preciado y hermoso secreto a mi hermano, no pude guardar silencio con algo tan inmenso en el pecho. Lo más probable es que nunca deví decirselo a nadie, pero sé en mi corazón que Mu es una muy buena persona y que entendió perfectamente nuestras razones para estar enamorados. Lo noté sobretodo ayer cuando él mismo te introdujo en la casa, conmigo en tus brazos, y ¡ay Dios mío! a pesar de estar inconsiente me sentí en el paraíso, como el niño más feliz que es estrechado en el pecho de su madre. ¡Me sentí tan cálido en ellos, Dohko, en tus brazos! ¡Como quiero volver a estar en ellos! Pero tendré paciencia, no debemos arriesgarnos demaciado por estar juntos, hay que actuar con cautela y prudencia. Sino fuera por que cada vez que pienso en tí pierdo la cordura, sería más facil...

Amor mío, estaré pensando en tí todos y cada uno de mis días y momentos, eso tenlo por seguro, y rogaré a Dios para que nos dé una oportunidad para poder amarnos sin escondernos, porque nuestro amor es una de las cosas más bellas de esta vida que debe ser liberado a todo el mundo, merece ser liberado. Espero tambien estar presente en tu memoria y en tu corazón, te amo con todas mis fuerzas.

Shion Amadeus Astto Capulet"

Me lansé sobre mi lecho, como agotado, como extaciado, tan bellas palabras, hasta podía sentirlo a mi espalda pronunciando cada una de esas delicadas palabras, podía sentirlo susurrandome al oído...Pero todos esos pensamientos fueron interrumpidos por el estrepitoso golpe de llamado contra mi puerta. Me asustó de sobremanera, me incorporé inmediatamente pero permanecía con la carta en mis manos, de modo que rápidamente la introduje en uno de los cajones de mi guardaropa y lo cerré rapidamente.

-Dohko, ¿que sucede?-preguntó luego de tocar, al ver que la puerta no se habría.
-Nada.-balbuseé yo tencionado.-Pasa, madre.
-Dohko, hijo, sabes que no me gusta que cierres la puerta con llave, ¿qué pasaría si viene un temblor?!
-Mamá, eso no pasará, y esta bien, no cerraré más la puerta con seguro, ahora, dime, ¿qué sucede?
-Tienes que bajar, un señorito ha venido a tomar la mano de tu hermana Ampharo.
-¡¿Qué?!
-¡Lo que escuchaste, ¿no es emocionante?! Vamos!!-me tomó de la mano y la seguí. Estaba muy emocionada, era posible que una de sus hijas quedara comprometida en matrimonio, y no iba a dejar escapar esa oportunidad. Yo apenas habia reaccionado a lo que mama me dijo cuando llegamos abajo. Estaba un hombre bien parado, sus dientes relucian, era joven y tenía a mi hermana Ampharo del brazo, ella solo sonrreía. Mi hermana Ampharo, era la mas grande de mis hermanas, sus cabellos de oro, su piel de marfil, su delicado rostro, algo arrogante pero en fin, una hermosa mujer, debo decir tambien que siempre tubimos muchas discuciones porque pensamos muy diferente, ella es completamente conservadora, yo: revolucionario. Mi padre les miraba con orgullo.
-Dohko, hijo, ¿donde estabas?-me dijo.-¡tenemos una gran sorpresa!
-Algo me dijo mamá...
-Buenos días, tu debes ser el hermano de Ampharo...-me dijo el chico.
-Sí, yo soy. Dohko, mucho gusto-le tendí la mano, él elegantemente me recibió el saludo.
-Prometeo, el gusto es mío, Dohko.
-Dohko.-nos interrumpio mi padre nuevamente.-El señorito Prometeo, hijo de una muy honorable y adinerada familia, viene a pedirme la mano de tu hermana.
-¿Y qué motivos tiene para venir a pedir semejante cosa?-le interrumpí yo altanero. El chico se asombro un poco de mi actitud y trató de responder educadamente.
-Dohko, si me permites llamarte así, con tu hermana nos conosimos hace tiempo. Yo la amo...
-Y tú, Ampharo, ¿amas a este...-le miré de reojo.-...señorito?-todos quedaron sorprendidos ante mi actitud algo poseciba y mis palabras llenas de autoridad. ¡Pero no podía reaccionar de otra forma! Ya he dicho que mis ideales son revolucionarios, y no entiendo a las familias que casan a sus hijas solo por dinero, o porque el novio es de buena familia...nisiquiera se fijan si el tipo es un patán.
-Dohko...¿que sucede?-preguntó ella con voz sumisa.
-Te he hecho una pregunta...¿lo amas en verdad?
-Claro-respondio algo confundida.-le amo, hace ya casi un mes que nos conosimos...
-Dohko, ya es sufuciente.-ordeno mi padre, pero no funcionó.
-Ampharo, sabes que te quiero mucho, y por eso te pido que me escuches...un mes no basta para enamorarse...y si fuera así, casarse es una decición muy atrevida, ¡es para el resto de tu vida, no solo algunos meses!
-Hermano...yo se lo que hago, y a él lo amo, entiendes?
-Esta bien...entonces, padre, ¿que dices?
-Yo acepto, puedes tomar la mano de mi hija en matrimonio.-mi hermana dio un grito de alegria y abrazó fuerte a su novio.-La celebracion será dentro de esta semana.

Jaque Mate. En menos de una semana estarían casados, y es posible que mi hermana no sepa lo que hace. Pero ya hise lo posible por aconsejarla. Es posible que en verdad se amen y que sean felices, como que no lo sean. Miré al suelo derrotado. Hasta yo me sorprendia de mis mismas palabras, pero...algo en Prometeo me hacía desconfiar.

-¿Nos harían el favor de pasar al comedor? Nuestros criados les ofreceran vino y licor para celebrar, ahora necesito hablar algo con mi hijo.-Se me paralisó la respiración. A los ojos de mi padre habia actuado mal, todos se fueron e iba a reprenderme. Lo peor seguramente es que yo no callaría y escucharía su sermón, porque yo creía que tenía razón.-Dohko, sientate un momento.-estabamos solo en el living.
-Padre, yo...-pero hiso un gesto con su mano que me obligó a callar.
-Hijo, entiendo perfectamente tus razones para actuar así...estas grande, a pesar de tener tan solo 16 años, tienes autoridad frente a toda la familia. ¿Sabes porqué todos callaron cuando tu hablaste?
-Este...no lo sé.
-Por que todos saben que tú serás el gran patriarca de esta familia.
-Pero papá, ¡tú eres el que manda, y eso no cambiará!
-Claro que cambiará, hijo, cuando yo ya no pueda tú tomarás mi lugar. Por eso entiendo que tengas animos de dirigir...
-Esa no fue mi intención. Yo no deceo pasar por sobre tí, y si lo hise te pido disculpas. Pero sabes que no estoy de acuerdo con todo esto.
-Dohko...esta bien, pero tienes que entender. tu madre y yo nos casamos por acuerdo. Fuimos muy felices y lo somos ahora. Tubimos hijos maravillosos, te tuvimos a tí...Hijo, quiero que la fiesta de matrimonio sea dirigida por tí mismo.
-¡Pero! Tú haces esas cosas...
-Ya te he dicho que no será por siempre. Todas las familias, nuestro amigos, nuestros criados, todos los que estan bajo el mando de los Montesco tienen que aprender a reconoser a su proximo lider.
-Papá, no podría...
-Sí puedes y lo harás...por mí, Dohko...ademas, tu hermana te estaria muy agradecida.
-Es verdad...
-Entonces está decidido.

No hubo mas palabras en aquella conversacion y me sentí vacío. Ampharo devía estarme odiando por haber tratado mal a su novio, y quisas fuí muy exagerado. Pero lo peor era que papa sentía que pronto se iria de este mundo, tal vez por la experiencia de que su vida corrio peligro ante las manos de Saga, pero me dan miedo esas palabras: "...todos los que estan bajo el mando de los Montesco tienen que aprender a reconoser a su proximo lider". Sentí que ya nada mas tenia que hacer ahí, pero tampoco podia ser tan descortéz con mi propia hermana. Los acompañé esa mañana al desayuno. Papá hiso que yo mismo escogiera la fecha de su matrimonio, lo que dejó a todos terriblemente consternados. La boda sería a la semana siguiente.

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